La luna, nuestro hermoso satélite. Ha sido inspiración de poesías, canciones, romances, misticismo y espiritualidad. Afecta nuestros océanos, el desarrollo de nuestras plantas y hasta los ciclos femeninos. Nos da luz, nos sirve como instrumento de medición de tiempo y se ha vinculado con muchos dioses y diosas de todo el mundo. Hoy en día, la Luna sigue siendo una presencia vital en Wicca y en otras formas de paganismo. Muchos se reúnen para los rituales de la Luna Llena (esbats) para honrar a la Diosa (la energía femenina) y todo lo que recibimos de la ella. A diferencia de la energía proyectiva, masculina del Sol, la energía lunar es femenina y receptiva. Esta es la energía de la diosa. Este poder a menudo se ha descrito como magnético, lo que tiene sentido para cualquier persona que literalmente se haya sentido "atraída" por la Luna. Algunas personas son particularmente sensibles y realmente sienten una atracción física en sus cuerpos en la Luna Llena o en la Luna Nueva, mientras que otras simplemente notan una mayor conciencia de todo lo que hay en su entorno. La escritora Miranda Gray, en su libro Luna Roja, te da una explicación extraordinaria de cómo la luna nos afecta a las mujeres y cómo nosotras tenemos, biológicamente, un ciclo lunar.
Las fases de la luna tienen energías distintas entre ellas. Energías con las que te puedes conectar para trabajar en tu vida de una manera más fluida y con mayor fuerza en los momentos apropiados. Son energías que te ayudan a reflexionar o actuar con mejores resultados cuando son utilizadas en las áreas correspondientes a cada fase.
Hay 4 fases que son las más reconocidas: nueva, creciente, llena y menguante.
¿Por qué digo que las más reconocidas y no las únicas? Porque muchas brujitas reconocemos una fase más, la luna negra. Es decir que hay dos corrientes, la de 4 fases lunares y la de 5 fases lunares. De acuerdo a la astronomía hay 4 fases, pero en términos de energías y espiritualidad se pueden reconocer 5. La mayoría de las personas y la astronomía considera la luna nueva como el momento en que la luna está entre el sol y la tierra y no podemos ver la luna, pero para otros esta es la luna negra. Y la nueva viene es desde que empezamos a ver un poquitito, un destello de luz, en el borde de la luna. Son esos primeros 3 días después de la luna negra.
Aquí hay algunas sugerencias generales para sincronizar tu magia con las fases de la Luna:
Luna Nueva: este es el comienzo del ciclo lunar y un buen momento para soñar con lo que deseas crear en tu vida. Tradicionalmente, la magia dirigida a iniciar nuevos proyectos y empresas se ve favorecida en este momento, pero cualquier cosa que involucre atraer lo que deseas es apropiada.
Luna Creciente: esta fase es el momento ideal para tomar medidas en la dirección de nuestros objetivos: en realidad, en el plano físico, los proyectos que hemos planeado en el plano espiritual. La energía aquí es de acción y proyecta nuestras intenciones hacia el Universo. El trabajo mágico puede estar relacionado con obtener o fortalecer asociaciones con otros (ya sean amigos, intereses románticos o socios comerciales) y mejorar la salud física y el bienestar general.
Luna Llena: esta es la fase más poderosa de todo el ciclo lunar. Muchas brujas descubren que el día de la Luna Llena es el día más mágicamente potente del mes, y puede fortalecer hechizos relacionados con objetivos particularmente importantes para esta ocasión. Todos y cada uno de los propósitos mágicos son favorecidos durante un ritual de luna llena, pero en especial la abundancia y fertilidad.
Luna Menguante: este es el momento de liberar la energía de la acción externa y alinearse con la energía de la reflexión interna. La eliminación de las energías y experiencias negativas es el objetivo mágico predominante ahora, por lo que el trabajo de hechizos es dirigido a superar obstáculos, resolver conflictos y eliminar las cosas que te afligen.
Luna negra: en los días justo antes de la Luna Nueva, muchas brujas se abstienen de hacer magia activa, eligiendo en su lugar refrescar su energía para la siguiente fase. Sin embargo, muchos otros consideran que la Luna Negra es el mejor momento para la magia relacionada con el cierre o para completar el círculo. Existe un potencial destructivo en la energía que puede aprovecharse para liberar cualquier patrón kármico que surja una y otra vez en su vida, como los relacionados con la carencia, el abandono, la traición, etc.
No tienes que realizar hechizos, ni hacer rituales, ni nada parecido para poder aprovechar estas energías, basta con que enfoques tu atención en aquellas cosas que te gustaría hacer o deshacer en tu vida en la fase apropiada. Por ejemplo, un proyecto que tienes a largo o corto plazo puedes trabajarlo con las fases de la luna. Cultiva la idea de tu proyecto en la nueva y en la creciente empieza a concretarlo. O en luna menguante, dedícate a ti, a cultivar tu espiritualidad, a reflexionar en lo que estás haciendo y de qué te quieres despojar. Te aseguro que empezarás a sentir una diferencia inmediata en tu vida. Déjate llenar por un poquito de magia, de niños creíamos en todo, en hadas y ángeles. Deja ese niñ@ interno renacer empezando a creer en la fuerza de la luna.
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